La igualdad de oportunidades se logra día a día con pequeños pasos y grandes avances. En el sector agrario, al igual que en otros ámbitos de la sociedad, la mujer siempre ha tenido un peso enorme, aunque no siempre reconocido
Esta semana el GRUPO SOAGA ha querido celebrar el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, con una serie de entrevistas en nuestra web y redes sociales a mujeres del sector agrario. Hemos querido visibilizar de este modo el papel fundamental que siempre ha tenido la mujer en el medio rural.
Son tres mujeres que ejemplifican el avance de la igualdad en los distintos ámbitos de la sociedad, un camino que hay que seguir recorriendo y con el que desde el GRUPO SOAGA estamos totalmente comprometidos.
➡️ PAULA COUTO CASTIÑEIRA (Propietaria de Alpe Comercial Agrícola)
“SOMOS LA FARMACIA DEL CAMPO”
Paula nos atiende al mismo tiempo que aclara las dudas y consultas de sus clientes sobre productos que están en este momento plena temporada, como la plantación de frutales o patatas.
Es desde 2014 la responsable de Alpe Comercial Agrícola, con dos tiendas en la provincia de Pontevedra, en Combarro (Poio) y Lérez (Pontevedra), donde acaban de abrir hace tan solo una semana.
La intención de Paula es estar cerca de sus clientes. Por eso, tras 9 años en Combarro ha decidido instalar una segunda tienda en O Burgo. Y por eso tienen también servicio a domicilio y reparto gratuito.
Aunque admite que en el sector comercial agrícola se ven todavía más hombres, ella no ha tenido ningún problema para desarrollar su negocio. “A mí me gusta este mundo, lo llevo bien”, afirma.
Lleva trabajando de cara al público desde los 16 años. Su madre, Esther, abrió la tienda en 1982 y la regentó hasta su jubilación. Ahora Paula está intentando modernizar el negocio. Utiliza las redes sociales para llegar a su clientela pero sin perder la esencia de una tienda agrícola tradicional.
“Somos un poco como el supermercado y la farmacia del campo”, dice. En la descripción de instagram (@_alpecomercial) enumera la cartera de productos de la empresa: “tienda agrícola, piensos, abonos, plantas, droguería, ferretería del campo, patatas, pollos, gallinas, productos fitosanitarios, vino, macetas etc.”
Con el paso de los años tiendas como la suya han sabido evolucionar y adaptarse a nuevas necesidades, como productos para mascotas o nuevas formas de agricultura. A Paula le gusta formarse para ofrecer un mejor servicio y ha realizado cursos de especialización en ámbitos como la agricultura ecológica o la peluquería canina.
Llevan trabajando con los productos del Grupo Soaga desde sus inicios por la confianza que les ofrecen, tanto a ellos como a sus clientes, a los que asesoran para un uso adecuado a las nuevas regulaciones, en ámbitos como los fitosanitarios o los fertilizantes, y para la obtención de la máxima eficacia.
➡️ MARÍA LUISA ZAERA TORBADO (Agricultora en Villamuriel de Campos y Villanubla)
“SI MI MARIDO SABÍA HACERLO, ¿POR QUÉ NO IBA A SABER YO?”
María Luisa tiene 81 años pero sigue plenamente activa como agricultora “No estoy jubilada, sigo trabajando en el sector”, nos cuenta. Siembra en la actualidad 472 hectáreas en la provincia de Valladolid en dos ubicaciones: Villamuriel de Campos y Villanubla.
Lleva encargándose de la explotación desde el año 1984, cuando falleció su marido. “Empecé cuando me quedé viuda con 43 años y 4 hijos. Tuve que dedicarme a la casa, a los hijos y al campo”, explica.
Admite que lo hizo “por necesidad”. “Mi mayor problema era sacar adelante a mis cuatro hijos y poder vivir bien, como lo habíamos hecho hasta entonces”, dice. Así que no se lo pensó dos veces y tiró “para delante”.
“Mi marido era agricultor y mi familia siempre había tenido campo, pero yo nunca me había dedicado hasta ese momento. Pero si mi marido sabía hacerlo, ¿por qué no iba a saber yo? Teníamos una empresa con un par de obreros y maquinaria suficiente para atender las tierras”, argumenta.
Tras 38 años en la actividad, hoy cuenta con el respeto de sus compañeros agricultores, aunque admite que no fue fácil. “No apostaba nadie por mí. Yo no era de aquí, aunque llevaba 17 años casada aquí, y no era habitual entonces que una mujer estuviera al frente de los asuntos del campo”, explica.
Cree que pese a ejemplos como el suyo, no ha cambiado demasiado la situación en estos casi 40 años. “Las señoras siguen estando en casa y hay muy pocas que lleven la explotación”, lamenta.
Ninguno de sus hijos ha optado tampoco por tomar el relevo. “Los dos chicos, uno es físico y el otro ingeniero agrónomo, pero que no se dedica a la agricultura; y las dos chicas, una es ingeniera de telecomunicaciones y la otra funcionaria del Estado”, nos cuenta María Luisa, que ve en el arriendo de sus fincas una solución para dar continuidad a la actividad agrícola de la familia.
“En la zona de Tierra de Campos trabajamos 224 hectáreas en las que sembramos cebada, girasol y vezas, y en la zona de los Montes Torozos tenemos 248 hectáreas y sembramos trigo, cebada, cártamo y este año hemos puesto camelina”, detalla.
La actividad agrícola es cada vez más compleja y está sometida a nuevas normativas, pero a María Luisa no le asustan los cambios. “Me he ido adaptando sin problema a todas las regulaciones que se han ido produciendo en el sector”, dice.
Se aprovisiona en los centros Soaga de Agrovalladolid y Agroaguilar y recibe apoyo y asesoramiento de sus técnicos, un servicio que valora especialmente. “Con la nueva PAC vamos a tener que hacer las cosas perfectas”, asegura.
➡️ PATRICIA LÓPEZ LÓPEZ (Directora comercial de la cooperativa Cobideza)
“CADA VEZ SON MÁS LAS MUJERES QUE SE INCORPORAN A EXPLOTACIONES GANADERAS”
No había nacido aún cuando a finales de los 80 un grupo de ganaderos de la comarca pontevedresa de O Deza decidieron agruparse para trabajar de forma conjunta. Pese a su juventud (33 años), Patricia López López es hoy la directora comercial de aquella cooperativa, Cobideza, que reúne a cerca de 300 socios, la mitad productores de leche en activo.
Se declara apasionada del sector agrícola y ganadero, al que lleva vinculada toda su carrera profesional, desde que terminó sus estudios de Ingeniería Técnica Agrícola, con especialización en Industrias Alimentarias y máster en Ciencia y Tecnología Agroalimentaria.
Considera la formación un aspecto esencial para la incorporación de la mujer al mercado laboral y destaca que el sector agrario ofrece igualdad de oportunidades y altos índices de empleabilidad. “En mi promoción éramos tantas chicas como chichos”, recuerda.
Tras pasar por la universidad, Patricia inició su actividad profesional en la Oficina Agraria Comarcal de Lalín, dependiente de la Xunta de Galicia, tramitando las ayudas de los planes de mejora de las granjas, la incorporación de jóvenes y el Plan Renove de maquinaria.
Pasó después a realizar labores de asesoramiento técnico y comercial en la cooperativa O Rodo, desde donde dio el salto a Cobideza en noviembre de 2020. Como directora comercial se encarga de las compras de la cooperativa y de establecer los precios de venta de los productos que comercializan. También de la tramitación de subvenciones y de una parte del asesoramiento en fitosanitarios y fertilizantes.
“La nueva legislación es cada vez más exigente en materia ambiental por lo que es muy importante contar con un buen esesoramiento. Esa es también la función de Cobideza, que pretende ofrecer un servicio de calidad y formar e informar a los agricultores y ganaderos para que estén al día. De lo que se trata es de facilitarles las cosas manteniendo un compromiso con el medio que nos rodea”, argumenta.
La relación de Cobideza con el Grupo Soaga se remonta a los inicios de la cooperativa, a la que en la actualidad suministra insumos agrícolas y ganaderos, tales como fertilizantes, semillas o productos fitosanitarios y zoosanitarios.
“Trabajamos con Soaga porque es una empresa comprometida con el sector que ofrece un asesoramiento técnico integral capaz de resolver los problemas y dudas de los ganaderos en su día a día. Buscamos proporcionarles a los socios productos y servicios de calidad”, asegura Patricia.
Además de tiendas agrícolas y gasolineras, Cobideza dispone de parque de maquinaria, servicios de sustitución, asesoramiento técnico veterinario y agronómico (con toma de muestras de tierra, envío a laboratorio, interpretación de los resultados y recomendaciones de abonado).
Centrada principalmente en el sector lácteo, en los últimos años la cooperativa ha apostado por la diversificación y la transformación de la producción láctea de los socios con una quesería propia y la venta en conjunto de la leche.
Patricia defiende la fórmula del cooperativismo como una forma de trabajo en conjunto que mejora los resultados y la calidad de vida de los productores y que permite también la consecución de avances en materia de igualdad.
“Cada vez son más las mujeres que se incorporan a las explotaciones y cada vez más el papel de la mujer es más relevante en el sector”, dice, aunque defiende que “lo importante para acceder a puestos de responsabilidad, independientemente del género, es la formación, la experiencia y la actitud que uno tenga”.